Clay, la plataforma de contabilidad online para emprendedores que incluye robots e inteligencia artificial

Este artículo fue publicado en la edición impresa de El Mercurio el día 28 de agosto de 2017, Cuerpo B, página B7. Link.

Jean Boudeguer podría ser considerado como uno de los padres fundadores del ecosistema de emprendimiento local. En 2011 fue el primer director ejecituvo de Start-Up Chile y tiempo después, de la mano de Nicolás Shea — uno de los creadores del programa de la Corfo — llegó a trabajar a Cumplo, la plataforma de financiamiento colabotrativo más grande del país con más de U$ 200 millones transados en cinco años.

Y fue justo en esa útlima compañía, en la que tuvo contacto con centenares de emprendimiento y Pymes en busca de financiamiento, donde empezó a fraguar su más reciente desafío: Clay Technologies, una plataforma que busca ser un contador online. “En Cumplo tenía que participar en los comités de riesgo, en los de cobranza, y nos fuimos dando cuenta de que los análisis de riesgo que se hacen en las empresas se realizan de manera bastante poco tecnológica, pues se hace un proceso que se llama vaciado de balance, donde se toman los balances físicos del PDF que les mandan y hay una persona que literalmente está transcribiendo datos, para sacar ciertos datos financieros y normalmente esto suele ser súper tedioso y el emprendedor no entiende nada”, explica.

Fue entonces cuando decidió crear una plataforma que hiciera más amigable la relación que tienen los emprendedores con sus bancos y con sus diferentes cuentas. “Nos hacemos cargo del pago de impuestos, del cálculo de las remuneraciones, de Previred y, además, mantenemos un balance al día perfecto”, dice Boudeguer.

Pese a ser un servicio que podría ser considerado estándar para muchos, la gran diferencia de Clay es la tecnología que hay detrás y que incluye el uso de robots e inteligencia artificial. “Clay trae e importa las cartolas bancarias y la facturación automáticamente, de manera que el emprendedor se sienta en su escritorio y ya tiene todo ahí mismo, sin tener que estar bajando cosas de distintas partes. Entonces, el emprendedor ahorra mucho tiempo, porque lo único que tiene que ir haciendo es match entre banco y factura. Al final, Clay es como una herramienta de comunicación entre el negocio y la contabilidad”, agrega el fundador de la firma.

Con sus primeros clientes conseguidos en 2016, la compañía hoy trabaja con 13 empresas y tiene la meta de llegar a 50 en el mediano plazo. Asimismo, han logrado el apoyo de dos inversionistas ángeles: Daniel Guajardo, de Dentalink, y los hermanos Carlos y Felipe Atala, de Movix.

Con un equipo de más de cinco personas y nuevas oficinas en el Co-work Latam de Vitacura, los planes de Clay son seguir creciendo en Chile, pero con la idea de expandirse al exterior. “Para efectos latinoamericanos, nuestra visión es que un emprendedor pueda escalar no solamente en Chile, sino que en distintas partes de América Latina, con un servicio que le permita pagar impuestos, pagar remuneraciones y mantener su balance en cualquier parte. Si nos vamos a México, por ejemplo, donde hemos tenido algunas conversaciones, la idea es que el emprendedor pueda escalar con la misma plataforma”, concluye Boudeguer.