Mi práctica comercial en Clay

Este post lo escribió Ignacia de Frutos, Ingeniero Comercial UC, sobre su práctica profesional que hizo en el equipo comercial de Clay.

Mi práctica en Clay fue una experiencia laboral diferente a las que había tenido anteriormente. Todos conocemos la situación actual (aka pandemia), partir en una empresa y conocer a un equipo de manera remota no era algo que hubiera hecho antes.

Soy Ingeniera Comercial de la Universidad Católica, recién egresada, y entré al equipo comercial a acompañar a Ignacia y a Sole (que por coincidencia fue mi compañera durante la carrera, pero no nos habíamos conocido). Nunca me había tocado trabajar en esta área, por lo que no conocía mucho sobre cómo funcionaba.

Durante las primeras semanas pude aprender un poco sobre cómo nace Clay y lo que hacen, la filosofía de la empresa y su forma de funcionar. También su forma de hablar. Aprendí que es un deal, un funnel comercial, el uso de un CRM, y métricas de un SaaS que antes no conocía.

Me tocó acompañar a Sole contactando potencial clientes y realizando demos. En ese momento, hablar con un deal me parecía algo muy lejano y no me sentía preparada para responder ninguna de las preguntas que ellos hacían.

De a poco fui aprendiendo cada vez más sobre la dinámica del Clay. Gracias a las reuniones semanales pude conocer al resto del equipo, me tocaba a veces presentar sobre lo que estábamos haciendo en el área comercial y de a poco pude agarrar la confianza necesaria para sentirme parte del equipo. Después, fui conociendo a casi todo el equipo en persona, y pude conocer un poco sobre cada uno.

Ir a trabajar de forma presencial fue parte clave de mi incorporación al equipo. Además de poder conocerlo en persona, pude participar de la dinámica que se da en la oficina. Al ser un equipo interdisciplinario, se van generando conversaciones sobre diferentes temas, desde lo que es y cómo funciona un scrapper, sobre las criptomonedas, hasta cómo la IA pudo vencer al campeón mundial de Go. Esto genera un ambiente de constante aprendizaje, no solo del área en el que uno trabaja, sino que es un intercambio de conocimiento entre las diferentes áreas Clay.

Me encargaron un par de proyectos a los cuales dedicar mi tiempo, por lo que tuve que investigar sobre otros tipos de empresas de SaaS, conocer el mercado y cada vez ir conociendo mejor lo que implica trabajar y formar un equipo de una empresa tecnológica.

Como uno de los pilares fundamentales de Clay es la tecnología y la automatización de ciertos procesos, me tocó aprender sobre diferentes tipos de tecnologías y aprender a usar ciertos programas. Con esto, pude aprender que la tecnología no tiene que ser un enemigo al que no conoce o no se maneja tanto, la tecnología puede ayudar enormemente a diseñar ciertos procesos que son clave dentro de una empresa, como lo es el contacto con el cliente.

Otro momento clave en mi práctica, fue cuando mi compañera del área, Sole, se fue de vacaciones y me tocó reemplazarla. La mejor forma de poner en práctica el conocimiento es simplemente lanzándote, y eso fue lo que me tocó hacer. Tuve que contactar a los potenciales clientes, agendar y realizar las reuniones con ellos, responder todas sus dudas, mostrar la plataforma, etc. Al principio no me sentía con tanta confianza, pero luego de un par de días sentí que todo el conocimiento que había ido acumulando esos meses si daba resultados, me manejaba mejor con las palabras, podía comunicarme con el cliente y me sentía capacitada para realmente de vender Clay. Esto fue muy emocionante para mí, porque pude poner en práctica todo lo que había aprendido y a medida que las conversaciones fluían, sentía que en realidad estaba aportando al equipo y que estaba agregando valor.

Luego de dos meses y medio en Clay, pude conocer y formar parte de un gran equipo, de aprender sobre diferentes temas. Creo que todo este conocimiento es muy valioso, porque se va complementando y formando una mejor profesional.