Perdiendo el miedo al primer trabajo
¡La primera pega nunca es fácil! Por muy cliché que pueda sonar esta frase, no deja de ser cierta. Vengo a contarte mi experiencia en el summer 21–22 internship program de Clay Technologies, ocupando la vacante de backend developer intern en el equipo de producto 💻.
El primer día, en la micro camino al co-work, solo podía pensar en una cosa: “En qué momento decidí postular 😅”. Con miedo e incertidumbre por todo lo que se venía, entré a la oficina, donde me esperaba Adri, quien sería mi jefa y la supervisora de mi estadía en la empresa.
Luego de un largo día de presentaciones, setup y culturización sobre la compañía, el ecosistema y su gente (los crafters), entendí que había llegado al lugar correcto.
Con el paso de los días el miedo y la incertidumbre fueron transformándose en motivación. Desde el inicio se me presentaron grandes desafíos, ya que tuve que trabajar con tecnologías a las que no me había enfrentado anteriormente y desarrollar tareas que no sabía cómo ejecutar. Sin embargo, siempre conté con el respaldo del equipo, crafters altamente capacitados, con mucha paciencia e intenciones de ayudar. Además, la persistencia fue fundamental: rendirse ante alguna tarea nunca fue una opción.
El apoyo inicial fue la clave para ganar confianza, crecer, integrarme rápidamente al equipo y mejorar el código. En la medida que transcurrían las semanas y la complejidad de las tareas aumentaba, era menos la ayuda que necesitaba y cada vez era más fácil resolver los problemas e inquietudes por mi cuenta.
Luego de terminar mi primer proyecto grande, sentí una satisfacción increíble. Después de semanas de trabajo extenuante y a veces frustrante, llegaba la recompensa. Hasta el último día como intern, fue una experiencia que disfruté y de la cual estoy muy agradecido.
El equipo del que fui parte es uno en el que los límites son autoimpuestos y donde la colaboración y la comunicación son el motor que guía el trabajo que realizamos. Un equipo de alto rendimiento y con una disposición increíble, donde quienes nos estamos iniciando en el mundo laboral podemos aprender y crecer como programadores y personas.
El paso por la empresa me permitió confirmar que estoy estudiando algo que quiero ejercer, poner en práctica los aprendizajes de la universidad y me ayudó a ganar experiencia y confianza en mis habilidades interpersonales y profesionales.
Clay es un lugar donde todas y todos los crafters nos entendemos como iguales, y que permite compatibilizar el trabajo con el resto de las actividades. Gracias a la flexibilidad que ofrece la empresa, ¡hoy puedo trabajar y estudiar al mismo tiempo!
En 20 minutos sabrás si la solución que necesitas está en Clay.
Experimenta la tranquilidad de tener todo en orden.